El bruxismo es uno de los trastornos de la función dentaria más frecuentes, más complejos y más destructivos. Es difícil identificarlo, especialmente en sus primeras etapas, porque la mayoría de los pacientes no son conscientes de su comportamiento bruxista. Aunque muchos factores contribuyen a la etiología de este desorden, hay poca investigación clínica válida y confiable para asegurar un diagnóstico correcto.
Los efectos del bruxismo son múltiples y diversos e incluyen dolor y disfunción en la articulación temporomandibular , dolor de cabeza y de cuello, desgaste, movilidad, erosión, abrasión de los dientes, pérdida y daño en las estructuras de soporte de los dientes, dolor y espasmos musculares, alteraciones de la estética y obstáculos a la sensación de conforto bucal.
El tratamiento puede ser simple o complejo, dependiendo de la naturaleza del desorden. Trastornos más graves son difíciles de tratar y el pronóstico puede ser cuestionable. Debido a que el diagnóstico y el tratamiento del bruxismo no están suficientemente definidos y son poco conocidos, se refuerza la necesidad de proyectos de investigación clínicos cuidadosamente diseñados.
Fuente: Ben W. Pavone, “El bruxismo y su efecto en los dientes naturales”,”The Journal of Prosthetic Dentistry, Volume 53, Issue 5, May 1985, Pages 692–696. Disponible en: www.sciencedirect.com